domingo, 7 de abril de 2013

¿Cuánto duran las fotos? (7) - Héctor Ranea



Durante el año 1852, cuentan los capataces de la mina, en plena meseta apareció un austriaco que aseguraba haber encontrado un diamante en la entrada a una cueva. Tenía el tamaño –decía– de un huevo de choique y el brillo era tal que mirarlo era deletéreo para las retinas, pues las quemaba. Él había logrado tomar una foto nocturna en la que –decían– se veía un arco iris.
La noticia me llegó con considerable atraso, en 1917, pero aún así me prometí encontrar al menos la cueva en cuestión, para lo cual debí estudiar la vida del errabundo gambusino.
Encontré la foto después de casi 43 años de búsqueda. Estaba entre las cosas olvidadas por dos bandoleros en un hotel. Tuve que desarmar un panel con mi serrucho carnicero y, con una espátula especial, quité la pintura. El brillo quemó lo que quedaba del hotel. Sigo buscando.


Acerca del autor: Héctor Ranea

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