jueves, 21 de julio de 2011

Engaño - Olga Appiani de Linares

El vendedor aseguró que las plumas de la almohada que acababa de comprar eran de cisne; imaginé entonces que mis sueños podrían volar alto y lejos… Pero no se puede confiar en los vendedores… Pasé la noche huyendo de las intenciones amorosas de un gallo y de las sospechosas invitaciones de un zorro. Ahora, ya despierta, me preocupa el destino del huevo al que di a luz poco antes de amanecer.

1 comentario:

Javier López dijo...

Qué buen cuentito, Olga.