domingo, 20 de junio de 2010

Relatos de una Biblia apócrifa – Carlos Feinstein


El arca estaba terminada, los animales en sus jaulas y el diluvio comenzaba. Noé como todo campesino de la pradera no era un ducho en las cuestiones del mar. Fue una verdadera lástima su impericia como navegante. El inevitable naufragio ocurrió al tercer día. Hoy a 3500 años del naufragio, la tierra continúa muerta.

Sobre el autor: Carlos Feinstein

1 comentario:

Daniel Frini dijo...

¡Muy bueno, Carlos! Esto explica muchas cosas.