sábado, 12 de septiembre de 2009

Una por otra – Sergio Gaut vel Hartman


Mientras caía del caballo, comenzando el viaje hacia su muerte, Christopher Reeve trató de imaginar que era Superman y que antes de tocar el suelo saldría remontado hacia el cielo. Pero eso no ocurrió. No obstante, en el momento del impacto, le pidió al tiempo que se plegara sobre sí mismo, como en la película basada en un libro de Matheson, donde él viajaba al pasado y conocía a una actriz del siglo XIX, y el tiempo regresó, se acurrucó en la palma de su mano y no lo abandonó nunca más.

1 comentario:

Esteban Dublín dijo...

Extraordinario. Christopher Reeve siempre fue un modelo de personaje para mí. Su vida es una novela: ser Supermán y luego caer inválido. Además, actor de época. Mejor dicho, es una vida durísima e inspiradora a la vez.