martes, 21 de abril de 2009

De logros II - José Luis Vasconcelos



En Liliput las noches son minúsculas y las mañanas breves. Sus habitantes desdeñan al futuro y trazan metas a corto plazo. Desde antes de la llegada de Gulliver a sus tierras ya eran famosos por sus rebaños de pulgones y cultivos de plancton.
Practican la concisión como una de las Bellas Artes; evitan las discusiones prolongadas y las novelas-río, por eso conquistan —con frecuencia— galardones en certámenes de haikús y relatos breves.

1 comentario:

Florieclipse dijo...

Lo que asevera el cuento, equipara a QI con una nación virtual que le brinda asilo a muchos liliputienses.