viernes, 30 de enero de 2009

Cuestión de colores - Sergio Patiño Migoya




Que el señor gato lleve un esmoquin blanco cuando sube a lo alto de la valla, no es casualidad. Las ovejas escuchan mejor a alguien que viste su color. En el fondo, ellas saben que, bajo la tela impoluta, el pelaje del señor gato es negro, pero se sienten mejor así.
Con los años, el señor gato ha refinado tanto el arte del disfraz que hasta las palabras que salen de su boca parecen blancas. Las ovejas las comen con gusto. Están felices de vivir en la granja porque fuera, dice el señor gato, merodean los lobos, negros como la noche.
Menos mal que el señor gato cuenta con el impagable servicio de los halcones. Si tuviera que hacer ciertas faenas, no podría lucir su esmoquin blanco. Al menos, mientras la sangre siga siendo roja.

Tomado de http://breventosybrevesias.blogspot.com/

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