sábado, 26 de julio de 2008

Más dedos - Gonzalo Dávila


MÁS DEDOS
Gonzalo Dávila

Giorno trajo una nueva bolsa de dedos.
—¡Es terrible! —dijo Ruth. Los escritores mexicanos habían viajado a Buenos Aires para resolver el asunto de los dedos. Estaban reunidos en una pizzería del centro.
—¡Abajo la tiranía! —exclamó Zárate.
—Pero él creó el blog —argumentó Berardi—. Son sus reglas. Ciento treinta palabras, ni una más.
—Pero ¿tiene derecho a cortarlos? —Libia estaba indignada.
—Encontraremos una solución —dijo Costantini.
—Hay una —dijo el profesor Sergio materializándose en medio de la reunión; lo acompañaba su fiel secuaz, Saurio. Todos se quedaron mudos.
—A partir de ahora —prometió Saurio—, los dedos volverán a crecer.
Una sonora salva de aplausos coronó esa afirmación. Los meseros trajeron pizzas y cervezas para darle a esta historia el final feliz que merecía.

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