domingo, 29 de junio de 2008

Una historia casi increíble – Sergio Gaut vel Hartman


UNA HISTORIA CASI INCREÍBLE
Sergio Gaut vel Hartman

Decía tener un oído superlativo, cósmico, absoluto.
—La nínfula del cuarto se peleó con el novio.
—No oigo nada.
—Se toca. Se... autosatisface.
—¡Estamos en el décimo piso!
—Un cartonero acaba de cortarse con un vidrio oculto en la basura. —Y el grito llega desde la calle, reptando por los muros.
—No es posible.
—Llueve en Pergamino.
—Lo dijo la tele.
—¡Oigo la lluvia, imbécil!
—Es un truco —digo, abrumado.
—No, no lo es. Tu corazón acaba de detenerse.
¡Maldición! ¡Es cierto!

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